sábado, 24 de diciembre de 2005

Tsunami de Libertades


El otro día mientras conversaba con unos amigos, uno de ellos trajo a colación la queja que formularon en televisión, el día de las elecciones presidenciales y parlamentarias, los transexuales que concurrieron a ejercer su derecho a sufragio en un local de varones acá en Santiago. Para quien no recuerde el hecho, hablaron de todo, se refirieron a lo incomodo de votar en un local de varones particularmente por las burlas de las cuales son objeto, a las dificultades que tienen para ser reconocidas por el Estado como parte del genero femenino, de las supuestas corrupciones al interior de la organización de la cual forman parte, manifestaron que el trabajo sexual era su única alternativa frente a la discriminación que sufren por parte del mercado laboral, y se dieron el tiempo para formular una propuesta de solución al problema de la votación indicando que debiera realizarse en mesas mixtas. No me parece una mala idea.
Así lo cubrió el diario Las Ultimas Noticias:

“Recibieron pifias, piropos y hasta propuestas inusuales
"¡Se equivocaron de mesa, chiquillas!", fue el grito que alertó ayer, en el Instituto Superior de Comercio, en Santiago Centro, de la presencia de tres travestis que llegaron al local de varones a sufragar en un trámite sazonado de pifias, risas, piropos, insultos y más de alguna propuesta.
"Una siente cómo la gente se ríe y se quedan comentando", dijo Karim Avaria, del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, a quien le tocó votar en la mesa 127.
Para Alejandra Soto, del Sindicato Transgénero "Amanda Jofré", es un calvario tener que votar en las mesas de varones. "Me tiraron varios piropos, otros gallos que se reían en mala. En general me da nervio, además está el asunto del baño. Votar en mesas femeninas sería mejor o, por último, en colegios mixtos, porque así no se notaría la diferencia", sentenció.
"Pero sabes, muchos de los que molestan son los que quisieran estar con nosotras. Como son tan feos y no pueden hacerse notar, lo hacen de una forma negativa", reflexionó muy de taco alto.”

Pero el tema para nosotros era la discriminación en general. Uno de mis amigos contaba que en una reunión familiar tocaron el matrimonio homosexual, y las posibilidades de adopción por parte de este tipo de parejas, señalándonos que la mayoría de los planteamientos de quienes se manifestaban en contra de ello eran con una argumentación pobrísima, limitándose a señalar lo antinatural de la homosexualidad y los potenciales peligros a los cuales estarían expuestos los niños. Respecto a esto ultimo, nos contó que según datos del Ministerio de Justicia la mayor parte de los delitos de connotación sexual son cometidos por heterosexuales, y nos dijo que desde su perspectiva vivíamos en una sociedad que tiene una serie de manchas negras (violencia intrafamiliar, abortos, violaciones, abusos sexuales, etc), que son parte de nuestro diario vivir, pero que por algún motivo se ocultan.
Desde mi visión, Chile a partir de los años 80 hizo una apuesta absoluta a la libertad, pero solo en materia económica, negándose a dar el mismo paso en términos culturales. Lo que no fueron capaces de prever quienes instalaron el neoliberalismos en el país, fue el hecho que en su necesidad de reproducir el modelo instalando estilos de vida que no nos eran propios, era evidente que estos no solo nos mostraban aspectos ligados al consumo, que era el fin perseguido, sino también una serie de libertades y derechos que aquí no existían. Fue fácil controlar la situación en dictadura, particularmente por la idiosincrasia de quienes ejercieron el poder en esos tiempos, liberales en lo económico y conservadores en lo cultural, y sin escrúpulos para imponer sus ideas por la fuerza.
Con la globalización económica y cultural en pleno rodaje e instalada en el seno mismo de nuestra sociedad, mas el retorno a la democracia, la apertura cultural se fue dando de ha poco, el miedo se fue perdiendo, y como dicen empezaron a salir muchos del closet. Muchas mujeres perdieron el miedo de denunciar las agresiones físicas y sexuales de las cuales son objeto, de instalar el tema de la insatisfacción sexual que sufren, otros manifestaron públicamente o en privado su orientación sexual, otras y otros reclaman el derecho a casarse y poder adoptar niños, etc. El proceso no sido para nada fácil, han habido arduas disputas entre el gobierno y la iglesia, entre la concertación y la derecha, entre el bloque progresista y la democracia cristiana, etc., donde de una u otra manera las posturas mas conservadoras se las han ingeniado para salir triunfante de algún modo, recordados son los conflictos generados por la implementación de las jornadas de educación sexual a los escolares, la ley de divorcio y, últimamente, los problemas surgidos a raíz de la distribución de la píldora del día después. Entremedio de todo esto fueron saliendo a la luz publica una serie de denuncias que afectaron a miembros de la propia iglesia, a personalidades publicas, y personas de sectores altos de la sociedad, que dieron muestra que estos problemas existen, que en ocasiones se ocultaban, que se hacían presiones indebidas para mantenerlos en secreto y que no tienen ni clase ni condición.
Lo contradictorio es que mientras todo esto pasa se sigue manteniendo la idea QUE LA SOCIEDAD CHILENA AUN NO ESTA PREPARADA PARA ESTO, ¿Qué es esto? Solo ideología. Hay muchas cosas que dentro de nuestros propios espacios públicos ya no son tema ¿o no?, pero me pregunto ¿por qué esto no se traduce en discusión publica acerca de derechos y libertades, o en materia de cambios legales, o en parte de los programas de los candidatos a la presidencia?. Al parecer otro alcance de esto tiene que ver con que no se ha alcanzado aun la democratización verdadera de la sociedad, que permita una representación genuina de la diversidad cultural existente en el país. El sistema binominal aun permite que el conservadurismo este representado en altos porcentajes en ambas cámaras del poder legislativo, así como también en el gobierno. Si miramos bien, la UDI esta ligada al extremismo religioso de la iglesia, RN es libertaria en lo económico y conservadora en lo cultural, la concertación por su parte tiene a la Democracia Cristiana dentro de la línea mas conservadora, entre todos ellos hacen mas del 50% de cada cámara. ¿Qué podemos esperar entonces? Por otro lado el progresismo, del cual formo parte, ha preferido seguir el camino de lo políticamente correcto, sin querer arriesgar mucho introduciéndose en estas temáticas. Lamentablemente las minorías en Chile, de todo ámbito, están en su gran mayoría instaladas en la izquierda extraparlamentaria, la que con el modelo actual tiene escasas posibilidades de dejar de ser extra. (Para quien no lo sepa, hace un par de días fueron rechazadas las reformas a la constitución relativas al sistema electoral)
El nuevo mundo se viene nos guste o no, con sus pro y con sus contras, los tsunami de los cambios no solo son en el campo científico-tecnológico sino también en el campo de las libertades y derechos culturales, así como en muchos otros, y debemos estar preparados con la fuerza suficiente para enfrentar con éxito estos nuevos tiempos llenos de incertidumbres y oportunidades.
Si queremos libertad, tengámosla, pero sin excepciones y con mucha responsabilidad. Sino tendremos libertad, como muchas otras cosas, solo al estilo chileno.

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