lunes, 18 de diciembre de 2006

Sobre la reforma al sistema provisional: Protección de la vejez en el Siglo XXI.


En una de las iniciativas más importantes que se han hecho en la historia del país desde el punto de vista social, la Presidenta Michelle Bachelet firmó el viernes pasado el proyecto de ley sobre reforma previsional, que contiene mas de una decena de transformaciones al actual sistema, en lo que ella misma calificó como “una de aquellas que hacen historia”. Desde mi perspectiva se trata del más grande esfuerzo por modificar el régimen instaurado por la dictadura hace veinticinco años, a espalda de la soberanía popular y estoy convencido que todos estos cambios tienen que redundar necesariamente en que los ciudadanos contemos con una mayor seguridad en nuestras vidas, poder desarrollarnos como personas y vivir una vejez digna. La creación del pilar solidario debe ser entendida como un complemento y mejoramiento al sistema de las AFP, cuyas deficiencias hay que corregir, como también hay que resolver el problema de la equidad de géneros, que afecta tanto al pilar solidario como al pilar contributivo.

En esta nueva normativa se incluye una Pensión Básica Solidaria que hacia fines del actual período presidencial alcanzará a 75 mil pesos; equidad entre hombres y mujeres; ampliación de la cobertura para trabajadores independientes; cambios institucionales en el sistema y un subsidio a las cotizaciones para los trabajadores jóvenes de menores ingresos, entre otros perfeccionamientos.

Una de las cosas que valoro es la decisión de reformar y perfeccionar el sistema de capitalización individual que ya existe a través de las AFP pero que se combine con la creación de un sistema de pensiones solidarias que va a cubrir a quienes nunca han cotizado y con el aporte previsional solidario a quienes no logran ahorrar lo suficiente para financiar una pensión digna. Ello implica un reconocimiento del Estado de que todos los trabajadores contribuyen al desarrollo de nuestro país tanto aquellos que son dependientes como los independientes, los permanentes, los ocasionales, los temporeros y las mujeres y los hombres. Otra buena cosa es que con esta reforma, van a tener previsión aquellas mujeres que han trabajado durante decenios en su hogar, trabajo que nunca fue remunerado, nunca ha estado social y económicamente valorado porque esa mujer ha trabajado muchas veces durante 40, 50 años en el hogar, llega a los 65 años y no tiene ningún tipo de previsión y muchas veces ha hecho un segundo trabajo.

Además, es destacable el hecho de que se establezca una mayor competencia en la industria previsional, que se autorice el ingreso de los bancos, que haya una competencia entre las administradoras para incorporar a los trabajadores que ingresen al sistema ofreciendo menores cobros y mejores condiciones para los afiliados y al mismo tiempo, que se eliminen las comisiones que se descuentan de la cuenta individual como son la comisión fija por depósito, de cotizaciones y la comisión por transferencia del saldo de la cuenta individual desde otra AFP. Esto, y la búsqueda de mayor rentabilidad de los fondos de pensiones van a significar pensiones más dignas para todos los chilenos

Por ultimo, otra de las aristas destacables es que este proyecto de reforma utilizó un método inédito de generación de políticas públicas, desde la creación de una comisión que recibió la opinión de los ciudadanos, luego condensada en un informe que sirvió de base para la elaboración del proyecto de ley. Ahora, corresponde que la derecha haga efectivo en el Congreso el compromiso empeñado. No se entendería, aunque hay que esperar cualquier cosa, que luego de la amplia representación que tuvo en la Comisión Marcel comience a restarse a la construcción de nuestro futuro.

Leer: Discurso de Michelle Bachelet

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