viernes, 5 de agosto de 2005

Cambio en las reglas del juego


“Que nadie tenga ninguna duda de que las reglas del juego han cambiado", estas fueron las palabras del primer ministro británico, Tony Blair, al anunciar una serie de medidas de seguridad, que declaró, necesarias para proteger a la población tras los atentados perpetrados en Londres durante el mes de julio.
Al hablar de estos cambios, planteo incluso que habrá que enmendar las leyes de Derechos Humanos, que dependen de la UE, para impedir el asilo de personas sospechosas de terrorismo o que inciten al terrorismo. Entre las medidas adoptadas, además de la expulsión de extremistas, figura poder quitarles la nacionalidad británica.
"Se han aprovechado de la hospitalidad británica y la gente tiene que saber que las reglas del juego han cambiado"
"La gente entiende ahora que cuando advertimos sobre la amenaza terrorista no estábamos asustándolos, era real"
"Creo que cualquier ciudadano extranjero que fomente el odio y la violencia debe salir del país"
El primer ministro ha anunciado que pondrá en marcha un periodo de consultas sobre las nuevas medidas, pensadas para deportar o denegar la entrada al Reino Unido de quienes apoyen directa o indirectamente la política del terror. Para esto se dio a el ministro británico de Interior, Charles Clarke, las facultades para deportar o denegar el ingreso en el Reino Unido de determinadas personas por razones de seguridad nacional, pero Blair quiere ahora ampliar aún más esos poderes.
Esta declaracion tiene lugar 24 horas después de que el número 2 de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, amenazara con más atentados en Reino Unido por la participación británica en la guerra de Irak. Sobre las mismas, Blair ha "rechazado totalmente" la idea de que la intervención bélica justifique el terrorismo.
"La misma gente que hacía ayer esos comentarios es la que apoya las matanzas de inocentes en Irak, gente totalmente inocente en Afganistán, gente inocente en todas partes del mundo que quiere vivir en democracia”
Blair anunció, además, que el Gobierno elaborará una lista de páginas web y librerías, así como otros centros y redes de acción extremistas. El Ministerio de Interior estudiará la deportación de toda persona que tenga en ellas una "implicación activa".
El plan incluye, además, estudiar una ampliación del periodo límite de detención de sospechosos antes de presentarse cargos contra ellos, aumentar el número de jueces que atiendan los casos de terrorismo, revisar los derechos para obtener la ciudadanía británica y emitir visado con sistema biométrico para determinados países.
En su declaracion, dedicó tiempo a asegurar que las nuevas normas no pretenden atacar ni ofender a "la comunidad musulmana decente y que cumple las leyes" e insistió en que el extremismo "no representa al Islam". El 'premier' quiere contar con la comunidad musulmana para vigilar las mezquitas y centros de culto que puedan promover el extremismo.
"Estamos muy orgullosos de nuestro sistema judicial y muy orgullosos del estilo de vida británico, de que tratamos a la gente de forma justa, que damos la bienvenida a personas que huyen de la persecución. Pero, lo siento, la gente no puede venir aquí y abusar de nuestras buenas intenciones y nuestra tolerancia", insistió el mandatario.
Al mismo tiempo, Blair dijo que se proscribirá a las organizaciones musulmanas 'Al-Muhajiroun' y 'Hizb ut Tahrir', por lo que la pertenencia a esos grupos será un delito, como también la recaudación de fondos destinados a ellas. Un portavoz de esta última asociación, Imran Waheed, calificó la propuesta de "injusta" y aseguró que la recurrirá en los tribunales.
Tony Blair quiso anticiparse a posibles críticas de organizaciones de Derechos Humanos o de la oposición y afirmó que otros países europeos, concretamente Francia y España, ya realizan deportaciones "por decisión ministerial" y no de los tribunales.
Además, aseguró que se buscarán garantías de los países que serán receptores de los deportados, en el sentido de que estos no serán objeto de torturas o tratos degradantes. En concreto, mencionó que Reino Unido ya ha cerrado un acuerdo con Jordania y está en conversaciones con Argelia, Líbano y otros.
Blair recordó que antes de los cruentos atentados del 7-J -que mataron a 52 personas- su Gobierno ya intentó sacar adelante leyes más duras contra los sospechosos de terrorismo, leyes que se toparon con una "oposición feroz" en el Parlamento.
Ante las posibles diferencias que puedan surgir a raíz de este anuncio, Blair se mostró dispuesto a convocar el Parlamento, si es necesario, el próximo mes de septiembre para empezar a debatir las nuevas medidas antiterroristas.