viernes, 5 de agosto de 2005

Juicio evaluativo al Congreso


El nuevo mundo y los desafíos que este trae consigo necesitan de un país con solidez, la complejidad de esto, como ya lo he planteado antes, es que para lograrlo se requiere de un “nosotros”, poseedor de valores compartidos que posibiliten la generación de solidaridad y confianza en nuestro Chile. La realidad nos muestra que aun estamos lejos de alcanzarlo, seguimos estando entrampados en la desconfianza, lo que es preocupante por que esta afecta de manera directa el estado de animo de todos los chilenos. Un estudio de opinión, difundido este jueves, realizado por la Corporación Participa revela que mas del 60% de chilenos rechaza labor del Congreso, manifestando un juicio evaluativo negativo al trabajo que desarrollan nuestros senadores y diputados. Los atributos con menor aprobación son la transparencia y cercanía con la gente, que no logran llegar al 30% de acuerdo. Sólo un 12% de los chilenos lo evalúa satisfactoriamente. Las funciones de los legisladores que se perciben como más relevantes son la elaboración de leyes que beneficien a la sociedad y el poder cumplir con lo prometido. Puedo afirmar, en base a este estudio, que la capacidad de hacer promesas de nuestros honorables esta puesta en duda por la ciudadanía. En cuanto a la importancia que se atribuye a la función de detectar necesidades y transfórmalas en políticas públicas, un 70,1% de los entrevistados lo considera muy importante o importante, sin embargo un 55% considera que no está siendo realizada por los legisladores.
Existe una evaluación negativa sobre la capacidad de transformar las necesidades de la gente en políticas públicas (55.8%) y se piensa que las leyes que se promulgan en el país van en beneficio de unos pocos (79%). Otro punto importante, es que más de la mitad (56,8%)de los chilenos no conoce a los diputados y senadores de su distrito o circunscripción, y más del 85% dice no saber cuál es la composición de cada rama legislativa..
Un dato clave, por si acaso un parlamentario ATINA es que un 47.2% de los entrevistados dice estar muy interesado o interesado en conocer el trabajo que se realiza.
Quizás estos resultados se deban en parte a que vivimos una política de luchas encarnizadas, creadas desde la percepción de la impotencia de las propias capacidades políticas, y el uso indiscriminado de instrumentos depredadores de la democracia. Hoy los afectos y la solidaridad son prácticas marginales en el mundo político.
El fenómeno que se está generando, por que de eso se trata, es una atmósfera creciente de malestar, distancia y desconfianza ciudadana, de la cual este estudio es un reflejo nada más. Frente a sus autoridades, la política, las formas asociativas, las membresías sociales de todo tipo. Y la aparición de un ciudadano aislado, cuya relación con el poder es a tal grado distante y asimétrico que queda inerme e indefenso frente a los abusos. Entre ellos, aquel que le transforma en objeto de la política. Por ultimo, la participación real, no formal como hoy día existe, la solidaridad y el afecto, serán elementos claves en el presente-futuro, que harán tambalear a la tradicionalidad política con su representativismo distante.