Gravísimo es lo que pasa en chile con la donación de órganos y las campañas para promoverlas, las lagunas existentes en la legislación actual sobre la materia hacen que los médicos frente a la mas mínima objeción de cualquier miembro del grupo familiar, de una persona difunta que se haya inscrito como donante, por temor a las probables acciones legales en su contra por parte de estos, decidan no extraer ningún órgano de ésta a pesar de contar con su manifestación de voluntad expresa otorgada en vida. De esta manera, lo que ocurre en la actualidad, es que si bien hay un alto número de personas inscritas como donantes la donación efectiva es mínima y deficiente para la gran demanda existente, ocasionando la muerte de muchas personas que requieren algún órgano para sobrevivir. De allí la importancia de hacer de este vital acto de solidaridad, una decisión responsable e informada, en acuerdo con el grupo familiar, pensado siempre que con ella se pueden salvar muchas vidas, entre ellas la de nosotros mismos o la de algún ser querido. Si bien, desde mi óptica, lo que realmente hace falta es modificar la legislación existente, y acá tenemos una importante lucha que dar, mientras esto no pase debemos seguir promoviendo, con mucha fuerza y energía, una inscripción de donantes comunicada a la familia, y en acuerdo con ella.
Atinemos con la vida, atinemos con la libertad de cada cual para decidir sobre si mismo y su cuerpo, atinemos exigiendo una legislación pro-vida.
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