
Hace un tiempo, en Santiago conocí a un joven colombiano y a su esposa, una pareja muy simpática con quienes compartí muy buenos momentos, actualmente radicados en Chile después de vivir en varios otros países de Sudamérica en busca de un mejor destino y, de la tranquilidad y seguridad que en su país no tenían, por medio de estos también conocí a otros como ellos, provenientes del mismo país o de otros países, que se ganan la vida o construyen su futuro en el nuestro. En distintas oportunidades conversamos acerca de las distintas realidades que se viven en otros lugares, y en particular en Colombia, donde siempre los temas de la seguridad, tranquilidad y expectativas, eran puntos de encuentro en el análisis, y, según ellos, claves al momento de decidir acerca de donde vivir, y allí, planteaban Chile toma ventajas. Una de las cosas que más me llamaba la atención era cuando me contaban que les parecía increíble que fuésemos nosotros, los propios chilenos, quienes criticásemos más duramente a nuestro país, cosa que les parecía errada e injusta.
Traigo a colación esto por el lamentable suceso que ha conmocionado a ese país sudamericano, en donde una hermana de César Gaviria, ex presidente, ex secretario de la Organización de Estados Americanos y actualmente jefe único del Partido Liberal, que apoya al candidato Horacio Serpa para los comicios presidenciales del 28 de mayo, en los que Uribe intentará ser reelegido, fue asesinada a tiros el jueves por un comando armado que intentó secuestrarla. Liliana Gaviria, de 52 años, apareció muerta a las afueras de Pereira, capital del departamento de Risaralda, 180 kilómetros al oeste de Bogotá, minutos después de que fuera interceptada por hombres armados que se la llevaron en un vehículo particular, según fuentes de la policía colombiana.
Colombia lamentablemente continúa registrando altas tasas de criminalidad, pese a la estrategia de seguridad que puso en marcha Uribe cuando asumió el poder en 2002 y que permitió reducir significativamente los asesinatos, los secuestros, las masacres y los ataques con explosivos.
Dolor nos debe causar esta noticia, dolor por el hecho que ocurran estos crímenes en cualquier lugar del mundo que se trate. Lo lamento por la familia Gaviria y por la sociedad colombiana, ojala que en este caso y en cualquier otro, sea el país que sea, no haya impunidad. (Leer Noticia)
Traigo a colación esto por el lamentable suceso que ha conmocionado a ese país sudamericano, en donde una hermana de César Gaviria, ex presidente, ex secretario de la Organización de Estados Americanos y actualmente jefe único del Partido Liberal, que apoya al candidato Horacio Serpa para los comicios presidenciales del 28 de mayo, en los que Uribe intentará ser reelegido, fue asesinada a tiros el jueves por un comando armado que intentó secuestrarla. Liliana Gaviria, de 52 años, apareció muerta a las afueras de Pereira, capital del departamento de Risaralda, 180 kilómetros al oeste de Bogotá, minutos después de que fuera interceptada por hombres armados que se la llevaron en un vehículo particular, según fuentes de la policía colombiana.
Colombia lamentablemente continúa registrando altas tasas de criminalidad, pese a la estrategia de seguridad que puso en marcha Uribe cuando asumió el poder en 2002 y que permitió reducir significativamente los asesinatos, los secuestros, las masacres y los ataques con explosivos.
Dolor nos debe causar esta noticia, dolor por el hecho que ocurran estos crímenes en cualquier lugar del mundo que se trate. Lo lamento por la familia Gaviria y por la sociedad colombiana, ojala que en este caso y en cualquier otro, sea el país que sea, no haya impunidad. (Leer Noticia)
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