viernes, 4 de agosto de 2006

Todos somos periodistas


El diario El País publico un interesante reportaje sobre el fenómeno del periodismo ciudadano, según ellos una nueva revolución, en donde los grandes medios comienzan a ofrecer sus espacios a los contenidos creados por gente de la calle. Este es el texto del reportaje:

Todos somos periodistas

Crea la televisión que te gustaría que todos pudieran ver". Uno de los primeros visionarios fue Al Gore. El ex candidato a presidente de Estados Unidos fue derrotado en las urnas por Bush pero está triunfando con su canal Current TV, basado en el concepto de periodismo ciudadano. De Gore y de su televisión se hablará, entre otras, cosas en el cónclave que celebrarán este fin de semana en el Berkman Center for Internet and Society de la Harvard Law School, en Cambridge (Boston), los popes de un movimiento que aboga por la democratización de la producción de la información. Un centenar de ellos acudirán al encuentro Citizen Journalism bajo los auspicios de otro congreso con raíces igualmente colectivizadoras: Wikimania 2006.
El concepto wiki -base de la enciclopedia on line más consultada del planeta, Wikipedia- consiste en crear páginas webs en las que los internautas pueden escribir, corregir o editar contenidos. Como con el software libre Linux. De esta forma, se facilita la escritura colaborativa. Y en un mundo que está viendo cómo el ciudadano corriente se transforma en productor de noticias, parece más que pertinente que el encuentro de periodismo ciudadano se celebre al amparo del universo wiki. Si se democratiza el conocimiento hasta el punto de que todo el saber humano esté al alcance de un click, ¿por qué no tratar a cualquiera como periodista si existen las herramientas para poder ejercer como tal?
El pasado lunes, el mismo día en que el buscador Technorati contabilizaba por primera vez 50 millones de blogs en todo el mundo, la televisión CNN daba un paso decisivo: a bombo y platillo anunciaba la creación de una plataforma permanente en su edición digital en la que cualquiera podrá colgar sus propias informaciones. En CNN.com/exchange se aceptarán fotos, vídeos, audio y relatos escritos. "Ha llegado el momento. Hasta ahora no teníamos un lugar donde la gente pudiera colgar contenidos propios", declaró una portavoz de la cadena. "Todos los envíos serán revisados y pasarán por el mismo filtro editorial que nuestros propios reportajes". MSNBC.com aprovechaba para recordar que pronto haría lo mismo, y AOL informaba el mismo día que también abriría la puerta a las imágenes de los internautas.
"Las cadenas siempre han comprado material procedente de testigos que estaban en el sitio justo en el momento adecuado. Y en los últimos dos años se ha disparado el uso de material ciudadano ante acontecimientos puntuales como los atentados de Londres o Mumbai y el tsunami en Asia. Pero lo que es un gran paso es que ahora transijan y creen plataformas específicas para que eso ocurra las 24 horas del día", afirma David Sifry, fundador de Technorati.
Él ha visto a través de un buscador creado en 2002 cómo en el último año los blogs han crecido de 13 a l50 millones. Y algunos como Ohmynews.com, con sede en Seúl, cuentan con 40.000 colaboradores repartidos por el mundo. "Muchos blogs son capaces de producir informaciones tan elaboradas y bien hechas como las de los grandes medios. También hay mucha basura, pero cuando la oferta crece tanto, también hay mucho más donde elegir. Y en cuanto las herramientas para la creación de vídeos se simplifiquen un poquito más, lo que ha ocurrido con los blogs, que ya han dejado de ser despreciados por la prensa tradicional para pasar a tomar un papel relevante en la información, podría llegar a ocurrir con los videoblogs", asegura Sifry

Ver y votar
La televisión de Al Gore demuestra que ese momento se está acercando. Hace exactamente un año desde que el ex vicepresidente demócrata, que trabajó junto a Clinton, decidió agitar la caja tonta y revolucionar el universo catódico: su idea era dar voz a contenidos creados por los telespectadores. Y su experimento, primero puesto en marcha por un nombre con solvencia económica, ha funcionado. Current TV ya llega a 28 millones de hogares estadounidenses a través del cable. Dirigida a jóvenes en la veintena y la treintena, el 25% de lo que se emite son vídeos que la gente cuelga y vota en la página web de la cadena.
Y pese a una estética que peca de ultramoderna, algunos de los reportajes son mucho más innovadores, elaborados y entretenidos que los de los canales tradicionales. O más reales. Como los que inundan Internet. Pues si uno quiere ver los efectos de los bombardeos israelíes en Líbano o la muerte en directo desde Irak, sólo hace falta darse una vuelta por Youtube.com, la popular web de vídeos, que en julio fue la más visitada de la Red. El abaratamiento de las cámaras digitales, la proliferación de los móviles con cámara, las nuevas y sencillas herramientas de edición y la expansión de la banda ancha, democratizan el uso de la imagen.
Hace apenas 10 años, los grandes medios de comunicación ni siquiera se imaginaban que la competencia les llegaría desde una plataforma de acceso y propiedad universal que entonces sólo utilizaban unos cientos de miles de personas. La revista Newsweek publicaba en 1995 un artículo titulado "¿Internet? ¡Bah!". Su competidora Time se atrevía con cábalas tan negras como erróneas: "Internet no está diseñado para el comercio y no acomoda con facilidad las novedades", publicaba ese mismo año. Y según relataba en un artículo reciente el experto en cibercultura y fundador de la revista Wired, Kevin Kelly, los responsables de la cadena de televisión ABC le dijeron sin un ápice de duda a principios de los noventa: "Internet no va a transformar a los consumidores pasivos en activos".
Sin embargo, ya entonces algunos predecían que el mundo de la información iba a sufrir convulsiones. Es más, reporteros como Jay Rosen sugerían que la opción de colaborar con lectores o internautas podría mejorar la calidad del periodismo profesional, transformándolo en lo que él definió como "periodismo cívico" En su libro What are journalists for?, publicado en 1999, Rosen sugería que los periodistas no deberían limitarse a contar una historia, agotarla y perseguir otra. Su función debería ser la de catalizar el debate público para producir cambios en la sociedad con la participación de los ciudadanos. "Hay que ser cultivadores de la democracia, además de sus historiadores", clamaba.
La idea fue atacada por autoridades como The New York Times o The New Yorker por abandonar el tradicional concepto de objetividad, pero Rosen sostenía que sería la única manera de que la prensa sobreviviera ante la clara bajada de ventas sufrida por los periódicos en todo el mundo, algo con lo que Internet tenía mucha relación.
Pero los grandes medios se van adaptando a la revolución. Hoy es común que la versión digital de cualquier periódico permita a los usuarios comentar los artículos, o incluso organice entrevistas colectivas con estrellas de cine. Y todas las grandes cadenas estadounidenses tienen a un busto parlante que dedica parte de su parrilla a contar de qué habla la gente en Internet.
Pero Rosen quiere llevar esa colaboración hasta sus últimas consecuencias. La semana pasada anunció la creación de NewAssignment.net, una web en la que periodistas profesionales serán contratados para hacer reportajes que a su vez podrán ser mejorados por el ciudadano de a pie. Será lo que Jeff Javis, otro abogado del periodismo ciudadano, ha llamado "periodismo conectado" (networked journalism), "periodistas y amateurs trabajando juntos para conseguir la historia real".
Experiencia española
En España también prolifera el concepto de periodismo ciudadano. Y es aquí donde ha nacido Gennio Calle, el primer periódico gratuito sobre tecnología del mundo, según sus editores, en el que son los propios internautas quienes suministran la información. "Gennio Calle nace de la excitante experiencia que supone la revolución social en Internet", decía el editorial de su primer numero, publicado hace apenas dos semanas. La idea es "convertir a los usuarios en pequeñas arañas que construyen por consenso una tela de búsquedas frescas y relacionadas con aquello que estamos buscando, creando al mismo tiempo nuevas tendencias y modelos a seguir".
Para Dan Gillmor, director del Center for Citizen Media y organizador del encuentro sobre periodismo ciudadano que se celebrará en Cambridge, los grandes medios no deberían temer. "Al contrario. La prensa tradicional va a seguir siendo necesaria. Los bloggers no quieren sustituir a los periodistas. Lo que pasa es que todos tenemos historias que contar. Y es inherente al ser humano el querer hacerlo. Pero los periodistas deberían celebrar la participación ciudadana en la creación de noticias y preocuparse más bien por el futuro de la publicidad, ya que viven de los anunciantes y ellos son los que realmente les pueden hacer daño buscando audiencias en nuevas plataformas", aseguró Gillmor.
Nicholas Lehman, decano de la Facultad de Periodismo de Columbia University, pese a celebrar algunas aportaciones como las ocurridas durante atentados recientes, sostiene en un artículo publicado esta semana en la revista The New Yorker, que el periodismo ciudadano aún está lejos de ser auténtico periodismo aunque afirme que, potencialmente, "Internet es el mejor medio que se ha inventado para el reporterismo".
Por eso, dada su esencia fundamentalmente participativa es posible que en un futuro no muy lejano la influencia que tuvo un magnate de la comunicación como William Randoph Hearst -que inspiró la película Ciudadano Kane, de Orson Welles- se transforme en un ente colectivo que dé origen a un nuevo título cinematográfico: ciudadano periodista.
(Diario El País)

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